Pedro Ruiz, 28, holds a lobster in the Sea & Sea Fish Market in Harlem, New York City, March 2016. One of his chores in the market is cutting the vegetables for the food prepared in the place. His favorite way to cook fish is “Veracruzana” style, a typical east coast Mexican dish.
En esta entrega de Fotógrafos, Sofía Munoz presenta un archivo de retratos de Pedros que vienen en todas formas y colores.
Meses antes de las elecciones en Estados Unidos, Sofía Muñoz (Ciudad de México, 1989) se dedicó a buscar a la mayor cantidad de mexicanos llamados Pedro que vivieran en Nueva York, una misión que inició a partir de las declaraciones del entonces candidato republicano y ahora presidente, Donald Trump, acerca de los inmigrantes en el país, específicamente de los mexicanos.
“Pedros” es sencillo y directo, tal como su título. Se trata de una serie de retratos de hombres de distintos contextos y profesiones que denotan el complejo significado de la palabra migrante. Lo más fascinante está en conocer la historia de cada uno de los retratados pero más importante aún, sacar a Pedro del cliché en el que se encuentran viviendo en un país que decidieron adoptar.
En esta serie encontramos a un dueño de una tienda que tiene un hijo policía, un bartender que aspira a ser un instructor de boxeo, un arquitecto, un dueño de un restaurante, un bailarín de ballet, y a un Pedro que estando en México espera un día vivir en Estados Unidos con su hermana.
En “Pedros” vemos a todas esas personas que se esfuerzan todos los días por salir adelante, algo muy obvio para los mexicanos pero no tanto para algunos estadounidenses quienes difícilmente piensan en las historias detrás de los estereotipos.
Conoce más del trabajo de Sofía aquí .
Pedro Cruz en su bodega en Sunset Park, Nueva York, abril de 2016. Cruz posa con fotos de su familia. “Los mexicanos no somos lo que dice Donald Trump. Somos trabajadores y mientras funcione, haremos lo que sea necesario” dice Cruz, refiriéndose a su hija quien es trabajadora social, y a su hijo, quien es policía. | Pedro Cruz in his bodega in Sunset Park, New York City, April 2016. Cruz poses with photographs of his family. “Mexicans are not what Donald Trump says. We are workers, as long as it is work we do whatever it takes”, says Cruz, talking about his daughter who is a social worker and his son who is a policeman.
Pedro Cruz en su bodega en Sunset Park, Nueva York, febrero de 2016. Cruz cruzó ilegalmente la frontera estadounidense cuando tenía 16 años. Obtuvo su residencia en 1986, después de que el ex presidente Reagan firmara la Ley de Reforma y Control de la Inmigración, lo cual dio amnistía a muchos inmigrantes que estaban viviendo en Estados Unidos.
| Pedro Cruz in his bodega in Sunset Park, New York City, February 2016. Cruz crossed the U.S. – Mexico border illegally when he was 16 years old. He became a resident in 1986, after President Reagan signed the Immigration Reform and Control Act, granting amnesty to many illegal immigrants living in the United States.
Pedro Cruz en su bodega en Sunset Park, Nueva York, febrero de 2016. Después de que el ex presidente Reagan firmara la Ley de Reforma y Control de la Inmigración, Cruz compró una guía en inglés y español sobre cómo conseguir ser un residente estadounidense. Reunió todos sus papeles: chequeras, certificado de nacimiento, cartilla militar y certificado de matrimonio. Pagó 700 dólares a un abogado para que le hiciera el trámite para obtener la residencia. Seis meses después se la otorgaron. | Pedro Cruz in his bodega in Sunset Park, New York City, February 2016. After President Reagan signed the Act, Cruz bought a guide on how to become a U.S. resident that came in both English and Spanish. He had gathered all his papers: checkbooks, birth certificate, draft card, and marriage certificate; he paid $700 USD to a lawyer to do the residency process. He got it six months after that.
Pedro Cruz en su bodega en Sunset Park, Nueva York, febrero de 2016. Durante su entrevista para obtener la residencia, a Cruz le preguntaron cuántas estrellas tiene la bandera estadounidense y el nombre del alcalde de Nueva York. Al final de la entrevista le pidieron que escribiera “I Love NY” en un pedazo de papel. | Pedro Cruz in his bodega in Sunset Park, New York City, February 2016. During the interview for his residency, Cruz was asked how many stars does the U.S. flag have and the name of New York City’s major. At the end of the interview he was asked to write “I Love NY” on a piece of paper.
Pedro Ramírez, de 34 años, en la barra del restaurante Casa Mezcal, Nueva York, marzo de 2016. Ramírez vino a Estados Unidos desde Puebla, México en el año 2000. Es el menor de seis hermanos y hermanas. Ramírez volvió a Puebla en 2011 porque su madre enfermó de diabetes y pensó que sería la última vez que la vería. Después regresó a Nueva York en 2013 y ha sido bartender desde entonces. Ramírez también se prepara para ser entrenador de boxeo. | Pedro Ramírez, 34, stands next to the bar of the restaurant Casa Mezcal in The Bowery, New York City, March 2016. Ramírez came to the United States from Puebla, Mexico, in the year 2000. He is the youngest of six brothers and sisters. Ramírez went back to Puebla in 2011 because his diabetic mother fell ill and he thought it was the last time he would see her again. He came back to New York City in 2013 and has been a bartender since then. He is also working towards becoming a boxing trainer.
Pedro Ramírez, de 34 años, al interior del restaurante Casa Mezcal, Nueva York, marzo de 2016. En un inicio Ramírez pensó que Donald Trump era una divertida figura política, pero ahora le preocupa la cantidad de gente que lo apoya y piensa como él. A Ramírez le gusta leer contenidos sobre inmigrantes para sentirse un poco más seguro. “Somos trabajadores, no narcotraficantes. Vinimos aquí para apoyar a nuestras familias y para construir una vida mejor. La mayoría de nosotros vino para hacer las cosas bien”, dice. | Pedro Ramírez, 34, inside the restaurant Casa Mezcal in The Bowery, New York City, March 2016. At first Ramírez thought Donald Trump was a funny political figure, but what concerns him now is the amount of people who think like him and support him. He likes to read about topics related to immigration to feel safe. “We are workers, not drug dealers. We come here to support our families and to work towards a better life. Most of us come here to do things right”, he says.
Pedro Ceñal Murga, de 28 años, en su casa en Williamsburg, Nueva York, febrero de 2016. Ceñal Murga dice: “En Estados Unidos hay mexicanos que trabajan en el campo y mexicanos que dirigen compañías enteras. Pienso que es difícil generalizar el tipo de intenciones que los mexicanos tienen en este país”. | Pedro Ceñal Murga, 28, in his house in Williamsburg, New York City, February 2016. Ceñal Murga says: “In the U.S, there are Mexicans that work in the fields, and Mexicans that run entire companies. I think it is difficult to generalize the kind of intentions that Mexicans have in this country.”
Pedro Ceñal Murga, de 28 años, en las escaleras de la Low Memorial Library en la Universidad de Columbia, Nueva York, febrero de 2016. Ceñal Murga completó sus estudios de maestría en arquitectura en esta universidad y se quedará un tiempo en Nueva York a trabajar antes de regresar a la Ciudad de México, de donde es originario. Quiere entablar relaciones y hacer una práctica profesional en Estados Unidos y, eventualmente, poner su propio negocio en México. | Pedro Ceñal Murga, 28, stands in the stairs of the Low Memorial Library in Columbia University, New York City, February 2016. Ceñal Murga completed the Masters of Architecture in Columbia University and will stay in New York City to work before going back to Mexico City, where he is originally from. He wants to build relationships and a professional practice in the U.S., and eventually start his own business in Mexico.
Pedro Guillermo Curiel en el interior del mini supermercado Soho en la Avenida de las Américas, Nueva York, febrero de 2016. Curiel ha trabajado en el súper durante 11 años. | Pedro Guillermo Curiel stands inside the SoHo Mini Market on Avenue of the Americas, New York City, February 2016. Curiel has been working in the deli for 11 years.
Pedro Guillermo Curiel en el mini supermercado Soho en la Avenida de las Américas, Nueva York, febrero de 2016. Curiel está a cargo de las órdenes de sándwiches. | Pedro Guillermo Curiel in the SoHo Mini Market on Avenue of the Americas, New York City, February 2016. Curiel is in charge of taking the daily sandwich orders in the deli.
Pedro Guillermo Curiel afuera del mini supermercado Soho en la Avenida de las Américas, Nueva York, febrero de 2016. Su actividad favorita en Nueva York es jugar futbol soccer los domingos en Queens. | Pedro Guillermo Curiel outside the SoHo Mini Market on Avenue of the Americas, New York City, February 2016. His favorite thing to do in New York City is play soccer every Sunday in Flushing, Queens.
Pedro Rodrigo González, de 24 años, practica ballet en su cocina en Nueva Yersey, marzo de 2016. González es bailarín de ballet, estilista personal y bloguero de moda (http://www.pedrodrigonzalez.com). Vino a la Ciudad de Nueva York como parte del American Ballet Theater en 2011. “Me encanta ver cómo la gente traduce sus raíces culturales por medio de la ropa que usa”, dice en relación con el mundo de la industria de la moda. | Pedro Rodrigo González, 24, practices ballet in his kitchen in West New York, New Jersey, March 2016. González is a ballet dancer, personal stylist, and a fashion blogger (http://www.pedrodrigonzalez.com). He came to New York City as part of the American Ballet Theater in 2011. “I love watching how people translate their cultural roots through the clothes they wear”, he says in relation to the fashion industry.
Pedro Rodrigo González, de 24 años, practica ballet en su cocina en Nueva Jersey, marzo de 2016. “Dentro de 10 años espero estar realizando los muchos proyectos que tengo en mi cabeza. Espero poner el nombre de México más alto, tanto en la moda como en la danza. Quiero ayudar a quienes están tratando de ser bailarines o diseñadores e impulsarlos para alcanzar lo que sea que quieran; aquí en Estados Unidos o en cualquier lugar del mundo”, dice González cuando le preguntan sobre su futuro.
| Pedro Rodrigo González, 24, practices ballet in his kitchen in West New York, New Jersey, March 2016. “In 10 years I hope to be doing many projects that I have in my head. I hope to hold the name of Mexico higher, both in fashion and dancing. I want to help people who are trying to be dancers or designers and impulse them to achieve what they want here in the U.S. or anywhere in the world”, says González when asked about his future.
Pedro Rodrigo González, de 24 años, posa con su novio Armado Figueredo en su recámara en Nueva Jersey, marzo de 2016. Ellos se casaron en 2014. | Pedro Rodrigo González, 24, poses with his boyfriend Armando Figueredo in their bedroom in West New York, New Jersey, March 2016. They got married in 2014.
Pedro Rodrigo González, de 24 años, posa en el Highline en Chelsea, Nueva York, marzo de 2016. “Cuando pienso en México, inevitablemente se me vienen a la mente sus temas políticos, aunque no me gusta hablar mucho de eso. Estoy muy triste por ver impresionantes noticias de amigos y conocidos a quienes les han pasado cosas horribles. Espero que el caos termine”, dice en relación con el panorama político en Estados Unidos.
| Pedro Rodrigo González, 24, poses in The Highline in Chelsea, New York City, March 2016. “When I think of Mexico political issues come to my mind inevitably, although I do not like talking about them much. I am very sad to see shocking news of friends and acquaintances who have horrible things happening to them. I hope the chaos ends”, he says in relation to the current political panorama in the United States.
Pedro Rodrigo González, de 24 años, en la ventana de la cocina de su casa en Nueva Jersey, marzo de 2016. González creció con su madre y hermano en Jalapa, Veracruz. Tiene muchas referencias de la cultura americana pop y se siente muy orgulloso de asegurar que su princesa favorita de Disney es Blanca Nieves. | Pedro Rodrigo González, 24, in the kitchen window of his house in West New York, New Jersey, March 2016. González grew up with his mother and brother in Jalapa, a city in the Mexican state of Veracruz. He has several references to American pop culture and is proud to say that his favorite Disney princess is Snow White.
Pedro Rodrigo González, de 24 años, en la sala de su casa en Nueva Jersey, marzo de 2016. González dice: “Mi familia siempre me enseñó a sentirme orgulloso de ser mexicano. Una de las formas que adopté para expresarlo es usar ropa de diseñadores mexicanos, así como piezas de pueblos originarios de diferentes regiones del país. Éstas tienen un valor muy importante para mí”. | Pedro Rodrigo González, 24, in the living room of his house in West New York, New Jersey, March 2016. González says: “My family has always taught me to be proud of being a Mexican. One of the ways that I have adopted as to further express the pride of being from my country is wearing clothing made by Mexican designers, as well as indigenous pieces from different regions of the country. They have a very important value for me”.
Pedro Reyes posa sobre unos sacos de harina en la panadería Los Tulipanes en la Ciudad de México, abril de 2016. Su hermana vive en Philadelphia y sueño es, algún día, empezar una nueva vida en Estados Unidos. | Pedro Reyes stands on sacks of flour in Los Tulipanes bakery in Mexico City, April 2016. Reyes’ sister lives in Philadelphia; his dream is to someday start a new life in the United States.
Pedro Reyes posa en el cuarto de almacenamiento de la panadería Los Tulipanes en la Ciudad de México, abril de 2016.
Pedro Reyes poses in the storage room of Los Tulipanes bakery in Mexico City, April 2016.
Pedro Ruiz, de 28 años, sostiene un pargo colorado en el mercado de mariscos Sea & Sea en Harlem, Nueva York, marzo de 2016. Ruiz es originario de Puebla y se mudó a Nueva York en 2006; no ha vuelto a México desde entonces. | Pedro Ruiz, 28, holds a red snapper in the Sea & Sea Fish Market in Harlem, New York City, March 2016. Ruiz is from Puebla, Mexico, and he moved to New York City in 2006; he has not been back to Mexico since then.
Pedro Ruiz, de 28 años, sostiene una langosta en el mercado de mariscos Sea & Sea en Harlem, Nueva York, marzo de 2016. Una de sus tareas en el mercado es cortar vegetales para la comida que preparan ahí. Su forma favorita de cocinar el pescado es “a la veracruzana”, un platillo mexicano muy típico. | Pedro Ruiz, 28, holds a lobster in the Sea & Sea Fish Market in Harlem, New York City, March 2016. One of his chores in the market is cutting the vegetables for the food prepared in the place. His favorite way to cook fish is “Veracruzana” style, a typical east coast Mexican dish.