En la calle de Campeche hay una tiendita que vende unas telas artesanales muy hermosas y de calidad excepcional. Son 100% de algodón y elaboradas en telar. Cada una es más linda que la otra; hay rayadas, cuadradas y lisas. Vienen en muchos colores y sus diseños tienen mucha onda. Sus usos son variados y prolíficos: sirven para confeccionar fundas de cojines, cortinas, manteles y ropa. Beatriz, la dependienta, nos cuenta que “hay personas que las usan para hacer alpargatas, forrar libretas, elaborar pantallas de lámpara, que prácticamente sirven para todo”. También se pueden usar para tapizar (aunque no son específicamente para tapicería) y que “incluso hay talleres de enmarcación que las usan para hacer las marialuisas de los cuadros”.
Telas Típicas, como se llama el negocio, apoya a pequeños productores nacionales, del Estado de México y de Puebla. “Las telas no son de fábrica ni nada, de hecho las hacen los artesanos en su casa o en su patio” dice Beatriz. “Es gente que ha trabajado con nosotros desde hace muchos años; a esto se han dedicado toda su vida”. También nos cuenta que: “el hilo viene en madeja; primero se tiñe, después se seca al sol en el piso y posteriormente empiezan a hacer las canillas (carretes)”. Y por último agrega: “los diseños que aquí manejamos son exclusivos, no se consiguen en ningún otro lado”. Las telas son muy coloridas y elegantes. Algunas tienen ese look mexicano muy sofisticado, mientras otras se ven más universales.
Las telas son de uso rudo, o sea que son muy durables. Beatriz cuenta: “tengo clientas que me dicen que llevan más de 40 años con sus fundas de cojines y que hoy siguen en perfecto estado”. El lavado de la tela es con agua fría porque “como es 100% algodón, la tela encoje. También recomendamos usar jabón neutro, no usar secadora, ni clarasol. Solamente el sol las decolora”.
Los precios de las telas son inmejorables. Para una tela artesanal de esta calidad, $100 pesos el metro es una bicoca. La tela tiene 90 cm de ancho y trabajan con una costurera de cabecera, por si necesitas adecuarla a tus necesidades; ella puedes comprar la tela y pedirla allí mismo con las especificaciones de tamaño y forma del cliente.
El negocio originalmente estaba en la calle de Coahuila, pero hace más de cincuenta años se mudaron a Campeche, al mismo edificio donde están ahora. El fundador de la tienda se llamaba José Manuel Valdés, quien “desafortunadamente ya murió y desde entonces Telas Típicas se quedo como negocio familiar”.
Telas Típicas es un negocio raro en medio del paisaje de la industria textil. Guarda tesoros que, lamentablemente, muy pronto podrían desaparecer. Vale la pena hacerse de varios rollos de tela y tenerlas para lo que les inspire.
Yo, por cierto, ya tengo mis cortinas.
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