Desde hace más de cinco años, una familia de inmigrantes chinos maneja un supermercado llamado supermercado Nuevo Día que tiene una enorme oferta y gama de productos asiáticos que probablemente nunca has visto antes. Aquí vas a encontrar desde ingredientes para cocinar, hierbas medicinales, dulces coreanos, lámparas chinas de papel y hasta vaporeras de bambú que te hacen sentir en latitudes muy lejanas a la Ciudad de México.
Entre los pasillos de altas y vertiginosas repisas hay ingredientes buenísimos para cocinar, sobre todo si quieres aventurarte a hacer diferentes tipos de noodles y especialidades como udon, somen, hiyashi-chuka, shirataki, kishimen. También hay muchas opciones de sazonadores japoneses y del resto de Asia, mezclas de tés y hierbas medicinales para diferentes tipos de males y enfermedades.
Restaurante del supermercado Nuevo Día
Pero el detalle más interesante del supermercado Nuevo Día es el restaurante y comedor escondido justo al fondo. Después de comprar tus productos entrarás a un salón enorme de piso de mármol bicolor y sillas tapizadas de terciopelo junto a esculturas de buda. El menú está escrito en cantonés y solo uno de los empleados es mexicano. Se comunica con su patrón a base de señas, y hasta confesó que no sabe su nombre. A veces hay un buffet que va desde platillos de dim-sum hasta un menú de comida corrida más parecido al de una fonda mexicana.
El supermercado Nuevo Día en el centro es un microcosmo del mundo oriental, que a pesar de mantener una identidad propia, ha sabido establecerse dentro de la idiosincrasia del comercio único de nuestra ciudad. Uniendo la versatilidad china con la mexicana, después de los súperes asiáticos de la Viaducto Piedad, es el mejor lugar para encontrar tus productos genuinos de oriente.
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