((swuuush-swuuush-swuuush)) Así el sonido del agua cada vez que remo. Esto es lo más cercano a la experiencia real, pero en lugar de estar en Cuemanco estoy en la calle de Alejandro Dumas, entre Masaryk y Horacio, en el nuevo estudio de Row.

La máquina es un híbrido entre -obviamente- una remadora y una cama de Pilates, una pieza tan bonita que hasta la tienda del MOMA la venden. Este tipo de remadoras existen desde 1988, sin embargo, a partir de los cameos en la serie House of Cards, se popularizó tremendamente. Es más, cada vez que sale una en un capítulo, aparece en las búsquedas de Google y las ventas de se triplican. Pero es una moda que sí tiene resultados en el cuerpo y por eso vale la pena seguirla.

El agua dentro del tanque se convierte en un motor cuando, mediante la fuerza de tus piernas, echas a andar tu fábrica de sudor. Piernas-abdomen-brazos. Desde tu talón echas a andar todos los músculos de las piernas, el abdomen hay que apretarlo en todo un movimiento que los brazos siguen por inercia. O sea, no jalas con los brazos (como comúnmente se piensa), si no con el abdomen. Pero las piernas… ¡ajúa! Poner en acción al grupo muscular más grande que tenemos hace que el cuerpo queme más grasa. Reacción que siempre se agradece.

Las clases que dan en Row son en programas de intervalos con una duración de 50 minutos. Intercalas periodos de remo con ejercicios de piso. Junto a la remadora hay un tapete de yoga y un par de pesas; dependiendo de la clase que estés tomando (Row uno, Plyo Power, Row Yoga Flow), los utilizas. Al final de cada clase, el cuerpo apremia con una buena dosis de endorfinas.

Este ejercicio es recomendado para todo tipo de personas, desde el novato que quiere comenzar a agarrarle el gusto al ejercicio como para personas fit. El entrenamiento es de bajo impacto, así que el riesgo de lesionarte es poco probable, pero no por eso es efectivo (afirman que hasta 1000 calorías puedes quemar por clase). Aprender el movimiento es básico para sacar al máximo los beneficios, pero es cuestión de unas pocas sesiones para agarrar el flow.

Personas que están haciéndolo me han comentado que en pocas sesiones notaron los cambios en su cuerpo (reportes del asomo de un six pack y centímetros de menos que se tuvieron que meter en un vestido en pocas semanas, al parecer)

Cabe siempre decir (aunque sea obvio) que con todo ejercicio la constancia y la alimentación es lo que hace el verdadero cambio.

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