El Museo Tamayo presenta la primera muestra monográfica de Tacita Dean (Canterbury, Inglaterra, 1965)
La obra de Tacita Dean, de carácter frágil y meditativo, manifiesta una entera conciencia sobre el paso del tiempo. La muestra actual en el Tamayo reúne cerca de 100 piezas que van principalmente de los años noventa hasta la fecha, así como nuevos proyectos concebidos específicamente para esta exhibición, como Tree of Life, The Noche Triste Tree, Tula y Organ Cactus.
Desde niña, Tacita Dean fue reuniendo colecciones de, por ejemplo, tréboles de cuatro hojas, piedras redondas, postales o una bolsa de aire. Hoy colecciona también nubes. El museo presenta la publicación de un libro de nubes que incluye la hermosa serie A Concordance of Fifty American Clouds (2015). En fin, esta exposición es imperdible si queremos terminar el año inspirados, ingrávidos y mutables.
Revista Travesías entrevistó a la artista acerca de su trabajo y los viajes. Compartimos aquí un fragmento:
¿Qué aprendes de cada viaje?
Me gusta quedarme por un largo tiempo para quitarme la idea de ser turista, así llegué a Berlín, donde vivo desde hace muchos años, y a Los Ángeles, en 2014, donde empecé a desarrollar mi proyecto más reciente. No me iré por el momento.
¿Qué te gusta comprar en los sitios que visitas?
Cuando llego, visito un mercado de pulgas para comprar postales, porque a través de ellas aprendo algo del lugar en el que estoy. De Berlín vi postales y encontré sitios extraños muy significativos. En México encontré imágenes de Veracruz y viajé para buscar esos sitios.
¿Qué viajes han cambiado tu vida?
Berlín, definitivamente, llegué por una beca en el 2000 y nunca me fui, se volvió en mi casa. Tengo un hijo berlinés y pues eso cambió mi vida. Llegué ahí porque era una ciudad con una historia de división y estaban logrando salir de eso.
¿Y los que han influido en tu trabajo?
Los filmes que presento en la exposición del Tamayo fueron producidos durante mis estancias en Madagascar, Oxford, Utah, Nevada, Francia, Kioto, Londres, Nueva York y Budapest. Cada vez que hago algo, profesionalmente mi vida también cambia.
¿Cómo elegiste esos lugares para tu trabajo?
Madagascar fue por el eclipse solar en 2001; a Budapest llegué en un intercambio y a Francia con una residencia de estudiante; siempre tienen algo que ver con mi carrera.
¿Cómo afecta tu nacionalidad inglesa en tu trabajo?
Siempre afecta de donde vienes, los artistas trabajan con lo que captan desde su infancia. Mi formación es británica, y como europea ahorita estoy obsesionada con el Brexit, me parece terrible, siempre he sentido amor por lo europeo y eso me hace diferente de muchos ingleses en la actualidad.
* Para ver el resto de la entrevista visita Revista Travesías.