La Sociedad de científicos anónimos lleva dos años llevando la ciencia al bar. Dos años de sumar una alternativa inteligente a las posibilidades de entretenimiento nocturno que ofrece la ciudad. Dos años de propiciar un dialogo horizontal entre los expertos y la sociedad. Dos años de cultura científica y efervescencia neuronal.
A manera de cafe scientifique (pero tropicalizado), la Sociedad de científicos anónimos busca sacar a la ciencia, y a quienes la forjan, de sus espacios convencionales y ponerlos en contacto con un público diverso. Así, con cerveza y mezcal para lubricar los ánimos y dar pie a que se desate la efervescencia neuronal, convierten el quehacer científico en parte de la agenda cultural y en una opción casual, pero nutritiva, de entretenimiento nocturno.
Su idea es propiciar un debate entretenido, poco solemne e inclusivo, donde la voz primordial sea la del público. El formato está pensado para todo tipo de asistentes –no se requiere tener un grado académico o pertenecer a un ámbito científico–; el interés y curiosidad son los únicos requisitos.
En sus eventos, que han ocurrido en distintos bares y centros culturales de la ciudad, el público es quien se encarga de marcar la pauta de acción y encaminar el desarrollo de la noche. Pero para iniciar la conversación y brindar un poco de contexto hay ponentes –investigadores, divulgadores o autoridades en el área correspondiente– invitados a presentar su trabajo de manera breve y atractiva, a que abran interrogantes y tienten a los asistentes a formular e intercambiar sus propias conjeturas al respecto de cada tema.
La Sociedad de científicos anónimos hace eventos mensuales, casi siempre los primeros miércoles o jueves de cada mes por la noche. Comenzaron en julio de 2016 con el evento: Hasta la vista, baby; robots que juegan con la humanidad. En esa ocasión, un filósofo de la ciencia y un estudiante de robótica exploraron el contexto actual de la tecnología en relación con el trepidante avance de la inteligencia artificial; hablaron de máquinas que generan arte, escriben novelas, elaboran artículos académicos por su cuenta y, en ocasiones, consiguen engañar a las revistas especializadas; nos derrotan irremediablemente al ajedrez y también al go. La ciencia ficción ya nos alcanzó y los casos en los que la inteligencia artificial comienza a rebasar a sus inventores son cada día más numerosos. ¿Qué nos depara el futuro en compañía de estos entes? ¿Estamos viendo los primeros días del temido apocalipsis androide?
A partir de ese evento sobre robótica, se abrió el micrófono para que el público participara, no sólo haciendo preguntas sino aportando reflexiones propias, aventurando conjeturas y poniendo la mesa para que se gestara una discusión afable en la que los ponentes se amalgamaron con el resto de la comitiva.
De ahí el título “anónimos”, pues, por un lado, los científicos, al estar lejos de sus espacios habituales y ante un público no especializado, pierden por un momento sus credenciales y bajan del pedestal sobre el que la sociedad muchas veces los coloca; y por el otro, los asistentes, aún sin contar con una formación académica específica, tienen oportunidad de participar y ser escuchados como iguales y así pueden jugar por una noche a participar en el quehacer científico.
A lo largo de los dos años que lleva creciendo la Sociedad de científicos anónimos, se han llevado a cabo eventos en, por ejemplo, Museo Tamayo, Bandini, Cine Tonalá, Máximo Coyoacán y Covadonga. Y entre los temas que se han puesto en la mesa están: música y cerebro, hoyos negros y destellos cósmicos, psicoactivos y reducción de daños, anorexia y desordenes alimenticios, sismos e ingeniería, enigmas arqueológicos, conservación del ajolote, oleaje y energías renovables, obesidad, dinosaurios mexicanos, rayos gamma, interacción arte y ciencia.
Lugar y fechas:
Aunque la Sociedad de científicos anónimos es de carácter itinerante, la sede actual es en el Salón Covadonga (Puebla 121, Roma Norte). La cita es los primeros miércoles de cada mes a las 8:30pm. En los próximos meses habrá sesiones sobre el cataclismo de los anfibios, microbioma, parásitos urbanos, clonación de especies extintas, meteoritos y demás tópicos apasionantes y dignos de discusión. Dado que esta Sociedad se conforma sobre todo por el público, está siempre abierta y atenta a sugerencias sobre temas pertinentes y posibles invitados.
Si quieres saber más o entérate de los próximos eventos visita su plataforma.
FB @sociedaddecientificosanonimos
Instagram: @cientificosanonimos
Twitter: @cientificosAA
La Sociedad de científicos anónimos convoca a científicos, médicos, investigadores, filósofos, historiadores, lingüistas, escritores, inventores, comunicadores, divulgadores, periodistas, educadores, artistas y a todo aquel interesado a que se involucren con esta iniciativa, porque en el fondo todos somos Científicos Anónimos.