Han pasado casi 3 años desde los sismos de 2017. La ciudad sigue repleta de edificios fracturados que hemos –casi– normalizado (a un lado de nuestras oficinas, en la Condesa, hay dos edificios aún en ruinas). Pero en Ixtepec, Oaxaca, la cosa va un poco mejor. La Reconstrucción Integral y Social del Hábitat en el Itsmo de Tehuantepec, a cargo de Cooperación Comunitaria, no sólo recuperó lo perdido sino que mejoró la calidad de vida de las personas del Istmo. Queremos hablar de este proyecto por pura admiración a los resultados y porque el proyecto recibió apoyo de algunos de nuestros favoritos de la Ciudad de México, como kurimanzutto, SOMA, Ambulante, Casa Virginia, Rosetta, Abraham Cruzvillegas… Hasta Patti Smith le entró a Cooperación Comunitaria, y funcionó.
Estas cosas pasaron en el Itsmo
● Reconstrucción de 78 viviendas tradicionales istmeñas reforzadas
● Recuperación de las actividades productivas de las mujeres a través de la reconstrucción
de hornos tradicionales (256 comixcales y 27 hornos de pan) y 48 cocinas
● Construcción del espacio Colectivo para las Artes y Oficios (CAO)
● Actividades con las familias de la población para la reconstrucción del tejido social a través
de procesos participativos y formativos
● Formación de 135 trabajadores de la construcción en técnicas constructivas reforzadas
● Impartición de talleres para la recuperación del maíz zapalote, raza endémica del istmo de
Tehuantepec, así como su producción orgánica
● Recuperación y reutilización de aprox. 93 mil unidades de materiales de viviendas
demolidas
● Recuperación y reforzamiento de sistemas constructivos tradicionales y sustentables
● Análisis de riesgo territorial y ambiental
● Mapeo de bienes naturales
● 3 manuales de técnicas constructivas tradicionales reforzadas
Quizás lo más encantador y asombroso es que durante el proceso utilizaron técnicas como el bajareque, un sistema de construcción tradicional y sustentable que usa palos y cañas entretejidos con un recubrimiento de adobe. Y para que fuera sustentable y no afectara al medio ambiente, recolectaron todas las vigas y piezas de maderas tropicales salvables para volver a utilizarlas en las nuevas estructuras. El bajareque es una técnica originaria del Istmo, y por eso la mayoría de las casas construidas así resisten bien las condiciones climáticas y geológicas de la región.
Con el mismo método construyeron el Centro de Artes y Oficios que sirvió para restablecer la convivencia entre las personas de Ixtepec. Allí los trabajadores reaprendieron a construir casas con bajareque, y actualmente son ellos los que construyen hornos, cocinas y comixcales para que algunas mujeres puedan volver a su principal actividad económica: el pan y los totopos, ambos alimentos típicos de la zona. Con esto, todos los vecinos fortalecen su convivencia y se interesan por el otro para lograr el bien común.
En total 135 trabajadores reforzaron sus conocimientos en construcción y al menos 370 mujeres reactivaron su actividad económica. Con esto estiman que más de 69 familias recuperaron sus viviendas de manera digna. Así, Cooperación Comunitaria no sólo ayudó a reconstruir Ciudad Ixtepec, sino que ayudó a crear comunidad entre los vecinos.
Lo admirable de este ejemplo de Cooperación Comunitaria es que probaron que la unión de proyectos y personajes con influencia pueden hacer lo que ningún gobierno ha demostrado hasta ahora. Y este modelo de reconstrucción formativa-participativa se puede replicar en otras comunidades. Hay incluso manuales con todos los pasos. Más allá de la infraestructura, el proyecto mejoró la calidad de vida de los ixtepecanos y les levantó los ánimos.
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