La antigua sede del Senado de la República inauguró su nuevo espacio cultural, “Casa Nuestra“, con una exposición de fotos de Tina Modotti que hay que ir a ver. Se llama Tina Modotti: sensibilidad y crítica y consta de 40 fotos, de las cuales 11 nunca se habían expuesto.
Las imágenes son del acervo de fotos del MUNAL y, como dijo Siqueiros refiriéndose a Tina: “las cualidades materiales de las cosas y objetos que retrata no podrían ser más Exactas: lo que es áspero es áspero; lo que es liso es liso; lo que es carne está vivo”. Hay que decir que la museografía no es lo que uno esperaría: las fotos están dispuestas en mamparas muy al estilo burocrático que el Senado tiene en los huesos. Pero bueno, uno va a ver las fotos de Tina y, si es posible, olvidar todo lo demás.
Tina Modotti se inició en la foto mientras vivía con su amante, el fotógrafo Edward Weston. Las primeras imágenes que logró capturar eran simples pero estéticas. Le gustaba retratar objetos inanimados como flores, guitarras, sombreros y el martillo con la hoz que delataban sus inclinaciones políticas, las cuales se volvieron mucho más obvias mientras vivía en México.
Desde que llegó a nuestro país en 1923, Tina Modotti se interesó por la lucha social. Fue amiga de Diego Rivera, Frida Kahlo y David Alfaro Siqueiros, y ellos la ayudaron a ingresar al Partido Comunista Mexicano en 1921. Obviamente todo esto repercutió en su trabajo como fotógrafa, pues más allá de lo exclusivamente artístico, a Tina le importaba tener un testimonio de la desigualdad urbana a la que se enfrentaba todos los días.
Como ella misma dijo: “me considero una fotógrafa y nada más, y si mis fotografías se diferencian de lo generalmente producido en este campo, es que yo precisamente trato de producir, no arte sino fotografías honradas”. Pero su buen ojo y su sensibilidad hacia diferentes escenas cotidianas es lo que otorga fuerza a cada una de sus tomas; pues, sin ser forzadas, lograban reflejar los sentimientos de las minorías en nuestro país.
La mayoría de los retratos provienen de la desigualdad de los años treinta y de los ideales post-revolucionarios que todavía tenía mucha fuerza entre los mexicanos. Por ejemplo, en una de sus fotos más icónicas, Tina retrató a un grupo de hombres ensombrerados leyendo atentamente el periódico comunista El Machete, que ella misma editaba.
La exposición va a estar hasta el 14 de julio y la entrada es libre. Además de la exposición de Tina Modotti, vale la pena conocer la antigua casona que alguna vez fue sede del Senado de la República y se está estrenando como recinto cultural.
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