Decía Octavio Paz que Tablada “oía crecer la hierba”. De hecho, a José Juan Tablada le debemos la introducción en nuestra lengua al haiku (un pequeño poema de la sensibilidad del zen que consta de 17 sílabas y tres versos: cinco, siete, cinco) y el primer estudio en español del pintor Hiroshigué. Para celebrar todo lo que Tablada, con su enamoramiento de la imagen y la poesía japonesa, le dio a Mexico, el Palacio de Bellas Artes tiene la exposición Pasajero 21, el Japón de Tablada. La exposición estará hasta el 13 de octubre, y muestra parte de las colecciones que reunió a lo largo de su vida, documentación de su viaje a Japón en 1910 y su archivo personal; piezas que nunca se habían mostrado.
Estampa de Hiroshigué Utagawa
Tablada y el japonismo
A partir del siglo XIX (casi al mismo tiempo que Japón abre sus puertas al mundo), los modernistas comenzaron a interesarse por la estética japonesa, especialmente por aquella que rige a las estampas kachoga. El modernismo y las kachoga van especialmente ligadas, pues ambas bien pueden definirse como poéticas de la naturaleza.Tablada hizo una labor como mediador de la cultura nipona entre pintores e intelectuales mexicanos de la primera mitad del siglo XX.
Estampa de lluvia por Hiroshigué Utagawa
Artistas como Jorge Enciso o el mismo Dr. Atl ayudaron a crear un movimiento conocido como Japonismo, del cual Tablada fue teórico pionero. Sin él, de la difusión de la estética japonesa en México no hubiera tenido tanto alcance. Publicó en vida dos libros que tratan directamente temas japoneses, el primero, Hiroshigué: el pintor de la nieve y de la lluvia, de la noche y de la luna, en 1914, y el segundo, En el país del sol, de 1919. Incursionó también en la relación de cuadros como el Volcán de Colima de Enciso y el Fuji Rojo de Katsushika Hokusai, el padre de la estampa japonesa.
Fuji Rojo de Katsushika Hokusai.
A la izquierda, Volcán de Colima de Jorge Enciso
La colección de estampas japonesas de Tablada
La colección de Tablada de arte japonés es alucinante. Tuvo una infinidad de libros sobre kachoga, yakusha-e, musha-e y bijin-ga, los cuatro géneros tradicionales de la estampa japonesa.
A lo largo del recorrido uno puede escuchar música del teatro kabuki y piezas hechas específicamente para instrumentos tradicionales como el koto y el shamisen. Además habrá proyección de películas japonesas, cortesía de la Cineteca. Esta es una de la exposiciones más estéticas e importantes del año, sin duda.
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