El Crematorio Xoloitzcuintle acaba de abrir en el Panteón de Dolores. Es el primer crematorio público para animales y, a comparación de los privados, es mucho más barato.
El 27 de junio, día del perro callejero, abrieron el Crematorio Xoloitzcuintle, bautizado con el nombre de ese perro casi dios que, según la cosmogonía mexica, acompañaba a los espíritus en su camino al inframundo.
Los beneficios de un crematorio público
Hasta hace poco sólo existían 6 crematorios en la ciudad, todos privados. El primero fue Funeral Pet en la Gustavo A. Madero, que abrió en 1998. Pero el inconveniente es que es caro; no cualquier persona podía cremar a su mascota y quedarse con las cenizas en casa. El precio por incinerar a un animal en un local privado va desde los $1,400 pesos en adelante. Si uno quiere guardar sus cenizas, por ejemplo, es más caro porque se ocupa un horno entero para un solo cuerpo.
Los precios en el Crematorio Xoloitzcuintle del Panteón de Dolores inician desde los $360 pesos y el precio va aumentando dependiendo del peso de los animales. Hay opciones de incineración colectiva o individual donde, como ocurre con los particulares, uno podrá solicitar las cenizas de su animal. El precio de este servicio es de $780 pesos si la mascota pesa menos de 20 kilos y, rebasando ese peso, aumenta a $1200 pesos, que es el precio más alto del crematorio.
Como dijo Víctor Hugo Romo, alcalde de la Miguel Hidalgo, el objetivo de este lugar es que los ciudadanos sean dueños responsables y traten con dignidad a sus mascotas. También tienen planeado organizar campañas de adopción para reducir el número de perros en situación de abandono dentro y fuera de la alcaldía.
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