13 de noviembre 2024
Por: Estefanía Fink

La evolución del Kiosco Marieta y su encuentro con la Nevería Roxy

El Kiosco Marieta, ubicado en el Bosque de Chapultepec, es una de las estructuras icónicas de la Ciudad de México, cargada de historia y simbolismo. Construido en 1921 durante la presidencia de Álvaro Obregón, este kiosco refleja el estilo Art Deco que comenzaba a influir en la arquitectura mexicana. Su diseño fue inspirado en la arquitectura de la década de 1920 y 1930, vinculado al estilo que predominó en la Exposition Internationale des Arts Decoratifs et Industriels Modernes de París en 1925. Este kiosco representa una de las primeras manifestaciones del Art Deco en México y, con el tiempo, se ha convertido en un símbolo de la cultura capitalina.

Originalmente, su función era decorativa y servía como punto de encuentro en el Lago Mayor de Chapultepec, con vistas al famoso bosque. Su diseño, de hierro forjado, es un testimonio de la mezcla entre la estética europea y las necesidades locales, lo que lo hace distintivo en el panorama arquitectónico de la ciudad. Sin embargo, hace un mes, el kiosco experimentó un cambio ya que fue transformado en la nueva sucursal de la amada Nevería Roxy.

Roxy no solo honra el legado arquitectónico del kiosco, sino que también evoca una nostalgia de épocas pasadas en un espacio que mezcla historia y modernidad. Conocida por su tradición de ofrecer malteadas, helados y postres, esta heladería data de los años 40 y ha sido un punto de encuentro para varias generaciones dentro de la Ciudad de México. Fundada en 1946 por Carlos Gallardo en la Condesa, la Nevería Roxy nació con el espíritu de una fuente de sodas y se ha caracterizado por sus tradicionales malteadas y nieve artesanal. A lo largo de las décadas, se convirtió en un lugar emblemático para ir por un postre, una especie de refugio para los que vivimos en la ajetreada urbe y que buscamos un cálido abrazo al corazón.

La importancia de Roxy no sólo radica en sus deliciosos helados y nieves, sino también en cómo se ha establecido como un símbolo de la vida cotidiana de la ciudad, un lugar en el que generaciones han encontrado consuelo y un respiro en su ajetreada vida. Su relevancia trasciende más allá de la comida; es un lugar que forma parte de la identidad cultural de la Ciudad de México

El Kiosco Marieta continúa siendo un lugar de importancia cultural en Chapultepec, no solo como un ejemplo de la arquitectura de principios del siglo XX en México, sino también como un espacio que conecta a las nuevas generaciones con el pasado. Ambos, de alguna forma, son un testimonio de la continuidad de la vida en la ciudad, manteniendo su relevancia como parte de la memoria colectiva.

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