A veces olvidamos que caminamos sobre lo que alguna vez fue una islote al centro de lagos. Nos cuesta tener en mente que entre los tantos kilómetros cuadrados que ocupa la Ciudad de México, una parte muy pequeña era una isla flotante entre canales y chinampas. Había una ciudad viviendo en y del agua, donde los ríos corrían entre las casas. Tenochtitlán.
De eso ya no queda más que lo que imaginamos, pero hacerlo es suficiente para retomar la idea y darle presencia a un extracto de nuestra historia: la de un territorio que ahora es parte de la Ciudad de México. Con esta idea de interpretar el territorio, Feike De Jong (periodista holandés especializado en las periferias de las ciudades) comenzó a organizar unas caminatas en el perímetro del espacio que ocupaba la isla de Tenochtitlán.
Para Feike De Jong, las caminatas son herramienta de entendimiento geográfico. Él camina para entender el entorno y conocer la historia. Su tema de estudio central son las periferias, y para entenderlas mejor se propuso recorrer los límites de la Ciudad de México. Caminó 51 días por los alrededores de la ciudad y exploró la dinámica de los que habitan esa zona.
Comprendió que caminando puede encontrar, entender y tener una perspectiva nueva de la ciudad y quienes la habitamos; por eso ahora se dedica a registrar y reinterpretar los mapas de geografía, además de otros estudios de los límites de lo que era la isla de Tenochtitlán.
A este proyecto se unió Santiago Arau, “el encantador de drones” y uno de los mejores fotógrafos de tomas aéreas de México. Y aunque la idea original es de Feike De Jong, los dos se han encargado de que las personas que los acompañan adopten y retomen la idea del lago para entender mejor el contexto de la ciudad.
La caminata dura 5 horas y recorren 22 kms. Santiago Arau y Feike De Jong buscan volver estos recorridos un corredor cultural con diferentes puntos de interés que ayuden a entender mejor el contexto, y sobretodo a preservar la historia y los detalles geográficos que a veces olvidamos y damos por hecho. Mientras caminan, cada quien hace lo que mejor le parezca; fotos, música o conversación. Hay paradas para micheladas o para birria y tacos.
Durante la caminata uno puede tener una nueva concepción de la ciudad, entender el territorio a través de cada kilómetro que se recorre e imaginar lo que algún día fue y puede volver a existir a partir del trazo nuevo de las caminatas.
El domingo 9 de septiembre será la quinta caminata y se puede unir quien tenga ganas de imaginar la isla a través del recorrido. La salida es en el metro Cuauthémoc a las 11 am (en la parte del Mercado Juárez). Recomendamos llevar ropa cómoda y agua.
Aún no hay fechas de las siguientes caminatas pero las próximas que se organicen serán anunciadas en las redes del fotógrafo Santiago Arau.