La Biblioteca de México, o como mejor la conocemos, Biblioteca de la Ciudadela, desde hace 76 años es un refugio para lxs lectorxs de la CDMX. A unos pasos del metro Balderas y después de atravesar el tianguis de miniaturas se encuentra uno de los edificios más antiguos de la ciudad y que hoy alberga una gran biblioteca.
El edificio de la Biblioteca de México data de la época colonial. En 1788, por órdenes del virrey Bucareli y el ingeniero militar Miguel Constanzó, Miguel Mascaró diseñó y calculó el costo de la obra, sin embargo, este edificio fue terminado hasta 1807, casi 20 años después del encargo del virrey, gracias al arquitecto Ignacio Costera.
En un principio la construcción abarcó una superficie de 28 mil metros cuadrados; se utilizó tezontle, piedra basáltica y cantera chiluca, así como mamposterías de piedra aglomeradas con mortero de arena y cal. Desde su construcción y hasta el siglo XX el edificio se adaptó a varios usos: fábrica de tabacos, prisión para presos políticos, depósito de armamento, talleres de maestranza y armería, cuartel, hospital, laboratorio y almacenes de sanidad militar.
El proyecto de la Biblioteca de México fue idea de José Vasconcelos, Secretario de Educación Pública—quien también impulsó la creación del CAPFCE. Al inicio la biblioteca contaba únicamente con una Sala General de Lectura y la Sala de Consulta, pero con un acervo de 40,000 volúmenes, que incluían colecciones de bibliotecas particulares pertenecientes a Antonio Caso y Carlos Basave; volúmenes de la desaparecida Biblioteca de Ciencias Sociales, además la colección Palafox, integrada por 8,677 volúmenes de obras de los siglos XVI al XX sobre teología escritas en latín, que pertenecieron a diversas órdenes religiosas.
La biblioteca se inauguró el 27 de noviembre de 1946, pero por muchos años compartió el edificio con oficinas de la Secretaría de Gobernación, de la Defensa Nacional y escuelas de la SEP. Fue hasta 1987 que se decidió que todo el edificio de la Ciudadela estaría destinado a la biblioteca. Este proyecto estuvo a cargo del arquitecto Abraham Zabludovsky y bajo la supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia. La nueva biblioteca fue reinaugurada el 21 de noviembre de 1988.
La biblioteca que hoy conocemos es el resultado de una remodelación en 2011, con la que se buscó modernizar y adecuar este inmueble del siglo XXI para lectorxs del siglo XXI. También puedes conocer las bibliotecas personales de Antonio Castro Leal, Alí Chumacero, Jaime García Terrés, José Luis Martínez y Carlos Monsiváis —así como su colección de películas en la Cineteca Nacional, cada una con una arquitectura, curaduría e intervención artística propia. Si deseas refugiarte del caos del centro, la biblioteca de la Ciudadela es el lugar ideal.
