Celebrando la naturaleza coleccionista y de rescate de la cultura mexicana de Diego Rivera, la bodega renovada del Museo Anahuacalli alberga más de 40,000 piezas de barro, obsidiana y piedra que el mismo artista reunió durante 30 años.
Como parte del proyecto de remodelación, ampliación y construcción de los espacios del Anahuacalli realizados por el arquitecto Mauricio Rocha, esta bodega pensada exclusivamente para la catalogación y resguardo del legado de Diego es una de las joyas principales de esta nueva infraestructura cultural.
A pesar de que aún no se encuentra abierta al público, tuvimos la oportunidad de visitarla y admirar las piezas prehispánicas que muestran la vida cotidiana de los pueblos del Occidente de México, como Jalisco, Colima, Nayarit y Michoacán. Estas figuras eran las favoritas del pintor, y de las cuales solo 2,000 están en exhibición en el Anahuacalli, el resto se encuentra resguardado en esta bodega.
Entre maquetas de juegos de pelota, figuras de animales y guerreros, puntas de lanza de obsidiana, pedazos de fachadas e infinidad de platos y vasijas, la bodega del Anahuacalli es un espacio que te transporta a lo que a veces parece ser imposible tener acceso: el pasado costumbrista y fantástico de México y la ciudad.
Los nuevos espacios arquitectónicos del Museo Anahuacalli que se extienden por 2,300 metros cuadrados y en donde conviven la arquitectura, pintura, danza, música, escultura, teatro, artesanía y ecología, se encuentran abiertos al públicos actualmente.
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