Aunque la ciudad del amor, dicen, es y será siempre París, a la hora de la verdad la Ciudad de México no le envidia nada. A diario vemos a parejas profesándose su amor en cada rincón, parque o vagón del metro. Y como del amor al odio hay un paso, vemos a la misma cantidad de parejas discutiendo y rompiendo sus romances en las entradas del transporte público. Un adiós que comienza con distancia y un largo camino a casa.

El artista mexicano Ulises Carrión (1941-1989), quien amaba la televisión y defendía el plagio, inventaba pequeñas historias en las ciudades que vivía y en una ocasión quiso contar una verdadera historia de amor. Contó así la historia de dos enamorados, Ina y Tom, en Arnhem (Holanda), y a su proyecto le llamó Love Story Tour.

[arve url=”https://www.youtube.com/watch?v=lmyi_pKeYVY” mode=”lazyload” title=”Love Story Tour” description=”Video de Ulises Carrión ” upload_date=”2017/22/03″ play_icon_style=”circle”/]

Love Story es un video-registro que guía al espectador por los lugares más importantes de esta historia de amor. Así, un grupo de personas visitan la tienda del padre de Ina, pasan por la calle donde vivieron los primeros nueve meses después de la boda y escuchan acerca de las primeras veces que Ina y Ton se vieron y se besaron.

Ahora la curadora Violeta Horcasitas organiza un recorrido basado en la obra de Carrión con textos de los escritores Daniela Bojórquez, Verónica Gerber Bicecci, Carla Faesler y Horacio Warpola, y ambientado en las calles de la Ciudad de México. El tour, que se realizará el domingo 26 de marzo bajo el nombre Times New Romance, une precisamente las ideas que el artista tenía acerca de la literatura sin formas, la autoría compartida y la vida misma como la forma más acertada de arte.

Mediante el paso por varias delegaciones de la ciudad, se narrará la historia de Tomás y Rina, una pareja como las muchas que se enamoran a diario en las calles, en los antros o en las bibliotecas que nos rodean. El adelanto: Tomás y Rina no saben contestar correctamente cómo se conocieron, porque ninguno recuerda muy bien el primer y fugaz intercambio de miradas. Lo que sí saben es que fue en la colonia Roma, un día de 1986.

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