Sobran motivos para conocer Kura, pero sus teishoku —menús completos— son vastos, deliciosos y verdaderamente accesibles para lo que entregan a cambio. Cuando ordenes un platillo debes saber que está preparado con los mejores productos porque el chef, Takeya Matsumoto, propone una comida limpia, sofisticada y confortable.

Teishoku en Kura

Teishoku

Este sencillo y acogedor lugar sirve auténtica cocina japonesa como ramen, bowls y una gran y deliciosa selección de brochetas y nigiris. Desde que abrió sus puertas, los platos no han cesado de desfilar por la barra —el mejor lugar para sentarse—, pues es allí donde puedes observar la maestría del chef y su numeroso staff al elaborar cada una de las delicias que ofrecen.

Kura

Aquí no es necesario siquiera ir acompañado: su ambiente relajado lo hace ideal para ir con un buen libro o echar un trago mientras picas uno que otro nigiri. Kura se define como un izakaya: un típico restaurante/bar japonés donde la gente va después del trabajo para soltar el cuerpo.

Tal vez sea su recibimiento al típico estilo japonés, ordenado y simple, su estupenda cantidad de bowls y sakes o su poca pretensión, pero Kura es ya definitivamente consentido. El único problema que podemos señalar es que ya no es un secreto a voces y la reserva es más que necesaria —aunque vayas solo.

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