No es fácil decir de qué trata esta obra. Pero vamos por partes: el diseñador Roger Adam (España, 1970) preparó una obra titulada ooOoOoOOOoooOoOoOoOOoOOOOOOoOooo como parte de Manifiestos para la experimentación que celebró, en 2015, los 100 años del nacimiento de Mathias Goeritz.

Alguna vez, Goeritz dijo que su “Poema plástico” era un lamento incrustado en el muro más luminoso que hay en el Museo Experimental El Eco (que él construyó en 1953). También se dice que es un poema para una mujer, pero la verdad nadie sabe. Es un verso abstracto, de hierro, pegado en una pared, y justo por eso ha mantenido ocupados a varios. Lo encriptado pide a gritos que se le descifre. Hoy, 63 años después de la construcción del museo, la pieza digital de Adam es una “traducción” y un seguimiento a ese poema y a ese lenguaje abstracto que Goeritz dejó en esa pared.

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ooOoOoOOOoooOoOoOoOOoOOOOOOoOooo (dale click al link) se diluye al infinito. Cada vez que entramos a la página vemos signos que avanzan sin cesar. Sin embargo, no se acumulan: en su aparición sustituyen a otros. El tiempo de la contemplación es imposible, estamos ante una obra compleja que no pretende totalidad, sino azar. Pero hasta abajo hay una pista: un archivo descargable que contiene la siguiente información:

 Esta maquinaria digital transforma las opiniones de los volcanes (sus tuits a través de hashtags) en puro delirio de forma y ligadura aleatoria.

La versión web en fondo blanco atrapa información sísmica planetaria.

Es decir, además de ser un comentario al poema enigmático de Goeritz, ooOoOoOOOoooOoOoOoOOoOOOOOOoOooo está traduciendo información de la naturaleza a un lenguaje que es pura forma.

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No es fácil decir de qué trata esta obra, pero tiene algo fascinante que vale la pena atender.