Hasta el 15 de enero de 2017, el Museo Franz Mayer será sede de la decimocuarta edición de la Bienal Internacional del Cartel en México. Dividida en diferentes categorías como Mejor Cartel Impreso, Mejor Diseño Editorial y dos especiales sobre la Biodiversidad y la Migración, premia el talento gráfico y compositivo de cartelistas, ilustradores y diseñadores alrededor del mundo. Con más de 300 carteles que decoran las paredes del bello claustro del museo, la exhibición es una inundación de color, forma y soluciones ingeniosas para ideas inteligentes.

La comunicación es una de las finalidades básicas del diseño gráfico. Comunicar las ideas en un sólo papel, conseguir que sean estéticas y agradables, y muchas de las veces, con recursos limitados. A pesar de las dificultades, diseñadores de todo el mundo lo han vuelto a conseguir a la vez que han resaltado los temas prioritarios de 2015 y 2016. Uno de los carteles que inauguran la exhibición, de Jianping He (Alemania), muestra con una estética psicodélica en blanco y negro mitad de la cara de Obama junto a la otra mitad de la cara de Putin. Entre los dos, una sola palabra: Coexistence.

En el diseño, ese arte altamente estético donde muchas veces sobran las palabras, o más bien, tienen que sobrar, la condensación de las ideas es primordial. Por ello, se entrelaza con diferentes disciplinas como la fotografía. En un cartel de Piotr Kunce (de Polonia, país que por lo presente en esta muestra parece estar dando lugar a los mejores diseñadores gráficos del mundo) vemos un retrato cuyo rostro final es la yuxtaposición de este con un conjunto de lombrices: es el cartel para una puesta en escena de Crimen y Castigo, de Dostoyevski.

La pintura también se fusiona con el acabado gráfico en la obra de Lino Le Brun (Canadá), quien elige como imagen principal una cara pintada de azul, con rasgos marcados por fuertes trazos negros y un ojo rojo entreabierto. Recuerda al grandísimo diseñador y pintor español Óscar Mariné, quien es célebre por incluir su pintura de grandes trazos y llamativos colores en sus carteles cinematográficos, como por ejemplo, el que hizo para la película de Almodóvar Todo sobre mi madre.

La ilustración, la otra gran compañera del diseño, es el recurso más usado en las categorías sobre la crisis migratoria actual y la biodiversidad. Frank Arbelo (Cuba-Bolivia), ganador del tercer lugar en la categoría de diseño editorial, la usa para mostrar a un hombre rompiendo una pared de ladrillo que lo rodea y lo encierra. Por otro lado, también es el recurso que utiliza José Vargas (Venezuela) para representar a un mono geométrico, pero a la vez detallado, en su cartel sobre la extinción del mono araña del Sur.

John Gravdahl, uno de los ganadores absolutos de la Bienal con su cartel The Great American Wall consigue la absoluta descripción del panorama político actual al representar a un hombre pequeño y rojo escurriéndose entre la piernas de otro hombre gigante trajeado para poder pasar al otro lado. Una brillante metáfora de los intereses económicos que mueven el mundo, los empresariales, y el mejor ejemplo de lo que es el diseño hoy en día. Él además proclama personalmente que el diseño, antes de entrar en una producción más sofisticada, tiene que entender y transmitir la idea principal, lo básico, su verdadera naturaleza. Es por eso que estos carteles, que podrían parecer simplemente eso en un principio, esconden bajo su llamativa estética los mensajes más importantes y potentes del año.

Estos son otros de los que más nos gustaron:

bienal cartel

FATOUMATA DRAVÉ (segundo lugar)

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ENRENDIDA MANCILLA (Mex.). Mención Honorífica

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Twitter de la autora: @sandrineortega_